Hay restaurante que los tienes al lado de tu mano pero por una circunstancia o por otra pasan desapercibidos… hasta un día. Ese día es una ocasión especial, una de esas noches donde relajarse y celebrar algo, donde darse lo que llamamos un ‘homenaje’.

Esto mismo me ocurrió con el restaurante Lafayette. Situado en el madrileño barrio de Las Tablas, es un pequeño restaurante francés que ha conseguido situarse entre las referencias gastronómicas de Madrid. Acogedor, carta pequeña, buen servicio y sobre todo una excelente cocina francesa.

Lo primero que llama la atención al entrar en Lafayette es su decoración: clásica, francesa pero cuidando al máximo al detalle. Pocas mesas pero amplias y bien vestidas, música de fondo para ambientar la escena, un maitre a la altura del restaurante, y algo que a veces no le damos el valor necesario: una silla en condiciones para disfrutar de la cena.

Tras examinar la carta -viene dividida en francés y español- esperamos nuestras peticiones tomando dos aperitivos de la casa: primero una fina crema de calabaza con huevas de salmón y posteriormente una ostra. Como no podía ser de otra forma, francesa del número 3 de Daniel Sorlut.

Pedimos dos entrantes para compartir que llegaron a la mesa ya divididos en raciones individuales, mucha más comodidad a la hora de servirse y poder degustarlos tranquilamente.

El primer plato fue una Tempura de gambas al comino y salsa agridulce. Excelente primer bocado. Seguimos con una ensalada del mercado: era una fresca ensalada César, bien condimentada. Entre otros primeros hay que destacar el Gazpacho de sandia y anguila ahumada o el foie gras al cacao amargo.

Como éramos cuatro comensales pedimos diferentes platos principales para poder descubrir en profundidad la carta: un pescado y tres carnes.

El pescado fue un lomo de bacalao con marinada de condimentos y patatas ratte horneadas al tomillo. Estaba excelente, en su punto de sal, los lomos se separaban solos y con la marinada que era de pimenta rosa, pepinillos y alcaparras.

En la carne pude probar un magret de pato con espárragos trigueros, salsa de caramelo y nueces de macadamia. Tierna carne al punto, en una ración más que generosa.

Seguimos probando un entrecot de ternera argentina con risoteo de azafrán, chorizo y brócoli. La carne la preparan a baja temperatura y después le dan el toque final en la parrilla. Realmente estaba buena, con todos los jugos dentro, tierna y de sabor intenso.

Por último, un tartare de pato al estilo Lafayette. Plato fresco, con carne sabrosísima pero quizás con un exceso de mostaza Dijon lo que ocultaba el sabor real del pato.

Hay que destacar que Lafayette cuenta con una amplia bodega. Según pude ver con amplia variedad de precios: el más barato se situaba en los 15 euros y el más exclusivo hasta los 1.500 euros. Todas las denominaciones de los vinos son francesas. Nosotros decidimos cenar con cerveza, que ya había sido nuestra bebida en los aperitivos.

Para cerrar la cena decidimos probar dos postres: una tarta de limón merengada (excelente) y una fresca ensalada de frutas con agua de flores. Lafayette no es un restaurante barato, los precios anda en una orquilla 50-60 euros por persona; pero cuando pagas la sensación es que realmente la cena lo merece

Un buen café solo y una amena conversación pusieron el broche de oro a una cena de martes que se recuerda.

Lafayette merece, con creces, las buenas críticas que le sitúan a la altura de los grandes restaurantes de Madrid. Calidad de materia prima y de servicio, en definitiva calidad gastronómica.

Restaurante: La Fayette

Dirección: Calle Ages s/n Las Tablas Madrid

Contacto: 912 60 69 12

Nota: 9/10

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